El gemir de los dientes insiste,
oscuro desierto en el deseo;
nunca será lo mismo
soledad y desolación.
Ella estaba desolada
cuando el sueño te buscó,
lo profundo del inconsciente
se regocija, brinca y estalla.
Párpados arenosos,
Morfeo cansado de buscar a Inana;
la desolación abre las alas de los ojos.
Sólo el anhelo de soñar
una eternidad sobre tu sueño;
nada queda:
un absurdo inconsciente
que no cesa de repetirse
siempre nuevo, siempre igual,
siempre buscando tu sueño
cuando te odia por amarte.
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