El silencio carcome mis ideas, es como el eco de tacones penetrando en mis tímpanos lo que me desangra...El pájaro azúl sigue afónico, la sirena muda ha aprendido a hablar a señas (lo realza su mirada).
El agua de los retretes sigue girando a la izquierda ¡Menuda sorpresa! El tiempo no-se-de-tie-ne. La tristeza me habita, profunda melancolía me ahoga ¡No hay tiempo! ¿Que sigue ahora? ¿que es el ahora? ¿por que la prisa? despierta ¡DESPIERTA! que mi libido necesita drenarse a través del dolor que me propina tu mirada...
Aunque ya no pueda verte ¡lastimame! ya nada siento. Estoy dormida, reposo así, con un hacha en el pecho. Descanso, duermo...me ausento del silencio.
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