miércoles, 10 de marzo de 2010

Metodología básica para transportarse a “hora pico” en el sistema de transporte colectivo “metro”


Antes de entrar propiamente en materia
es necesario advertir que éste acto está siendo
considerado para volverse deporte extremo.




Para lograr dominar la técnica es necesario iniciar por estar preparado mental y físicamente, por lo que es necesario haber sufrido un día estresante o estar mentalizado para ello en caso de que sea por la mañana, por favor es de suma importancia no utilizar desodorante (en caso de ser usted del sexo masculino) y no haberse maquillado en casa (en caso de ser mujer), provocando así que si es del sexo masculino su sudor se empiece a preparar desde temprano para cuando llegue el medio día y finalmente su hora de reutilizar éste sistema de transporte usted pueda contribuir para el aroma característico del lugar y en el caso femenino ayuda a la decoración y al perfeccionamiento de su técnica para hacerlo en cualquier circunstancia.
En general es necesario, a su vez el tener en cuenta que todos están ahí por lo mismo, no es la prisa ni el afán de llegar al destino, es el deporte lo que importa, así que será necesario hacer trabajo de campo, comenzando por dominar el entrar y conseguir el ansiado asiento. Para ello no importa el sexo, lo importante es inicialmente posesionarse en un sitio específico en donde uno debe aprender a intuir, se abrirá la puerta, en caso de no lograr aún ubicarla deberá:
a) Recorrerse junto al vagón abrazando los marcos de la puerta, empujando a todo aquél que busque hacer lo mismo que usted.
b) En caso de no estar posicionado lo suficientemente cerca del vagón como para tocar la puerta entonces usted deberá abrirse camino a través de todo y todos, para éste deporte es necesario tener la cabeza fría y el corazón muy duro ya que usted ignorará toda regla social de la buena educación y el respeto con el fin de encontrar un sitio lo suficientemente cómodo.

Adentrándonos ya en materia iremos viendo los casos específicos con sus respectivos grados de complejidad.

Caso 1- La mujer de oficina. Si es usted una mujer que quiere probar su grado de adrenalina necesitará un buen par de tacones, en caso de querer subir el grado de complejidad al correr por las escaleras y pisar adecuadamente a toda otredad que se cruce en su camino, de preferencia y como ya lo mencioné antes es óptimo el ir desmaquillada para tener una motivación al crecimiento personal. Deberá hacer uso de todo lo que esté a su alcance para obtener un asiento y mostrar al resto de los pasajeros que tan maravilloso puede usted maquillarse, si no obtiene ese ansiado lugar puede improvisar y si logra ubicarse en un rincón del vagón logrará perfeccionar sobre todo el delineado. Si se desea aumentar el grado de complejidad ubíquese en un lugar al centro de la masa y empuje a todos, recárguese en los que estén a su alrededor para acomodarse. El resto depende de usted, ¡atrévase a intentar cosas nuevas!
Caso 2- Mujer con nin@(s). Conocidos como gran herramienta de apoyo. En realidad son muy útiles si de estorbar se trata ya que puede acomodarlos en periferia a usted para evitar que otros se le acerquen directamente, así si alguien lo intenta usted podrá gritarle que tenga consideración por los niños que podrían asfixiarse y sufrir espasmos por las imprudencias ajenas (nunca por las propias), también si lo que quiere es que le cedan el asiento puede intentar cargar al niño (no mayor de 58 kg. Ya que deja de ser creíble si usted lo va cargando) puede adiestrar al niño a que aparente estar dormido y babeé al pasajero de al lado el hombro, así conseguirá aliados para que le cedan el lugar. En caso de no conseguirlo solo baje al niño y busque que vea feo también a aquellos que van sentados, buscando incitar algún sentimiento de culpa, si no funciona busque que el niño vomite, ésta acción definitivamente alejará a todo otro pasajero a la redonda. En caso de hacer ésta última acción no olvide llevar bolsita de plástico para solo permitir que vomite a alguien sentado y pueda proceder usted.

Caso 3-El pobre hombre cansado. Personaje últimamente favorito y hasta un poco trillado. Se fundamenta en ser básicamente un ejercicio de actuación, para poder desarrollarlo debe:
a) Si usted alcanzó lugar debe fingir estar dormido si ve a una persona discapacitada, con niños u alguna otra persona que pueda llegar a tener prioridad para que usted ceda el asiento, debe ser falsa su actuación, de lo contrario no causará el impacto social esperado que son miradas de rechazo y hasta carraspeos para que usted abra los ojos.
b) En el caso de no haber alcanzado lugar deberá poner a prueba su equilibrio, comenzará por marcar su territorio con una pizca de secreción nasal que dejará en el tubo pasamanos, no olvide debe ser obvia su acción, así logrará que un porcentaje de pasajeros quite su mano de ahí. Procederá a recargarse en el tubo o en la persona a su lado y cerrará sus ojos, lo ideal sería que logre dormir de pié con el apoyo del otro en el que se recarga pero si no puede dormir ¡no importa! Lo importante es que cierre sus ojos y no permita que nada excepto su estación de bajada distraiga su ejercicio.

Caso 4- El pasajero que durmió mal. Lo maravilloso de éste caso es que es de sexo indistinto y puede realizarse el ejercicio de pie o en el asiento. Todo consiste en:
a) Si está sentado. Recárguese en la ventanilla o en el pasajero de al lado, si va en un asiento sin otro al lado ¡improvise! Recárguese en el tubo, en la pared del vagón o busque algún pasajero que pueda ayudarle a acomodarse en su vientre… o simplemente ¡cabecee!
b) En el supuesto de que usted vaya de pié puede utilizar la formula del caso 3 inciso b) (la secreción nasal es opcional pero puede buscar formas que estén a su alcance para acomodarse.)
En caso de lograr conciliar el sueño no olvide tener medido el tiempo en su reloj biológico ya que de otro modo deberá acostumbrarse a que lo observen con su cara amodorrada ya que se ha pasado de estación. Evite el ridículo y de menos ponga su alarma.
Caso 5- El estudiante. Para hacer un ejercicio valioso de preferencia no olvide llevar mochilas abultadas, maquetas o tareas que requieran de espacio y tratarse con cuidado, así sentirá la adrenalina fluir cada vez que alguien intente acercarse y entrar al vagón a costa de su trabajo.

Caso 6- El vendedor y entretenimiento. Si usted tiene problemas de dinero, está desempleado o simplemente quiere llevar el deporte extremo al límite le sugiero que aplique éste caso sobre todo en horas pico. Cuando podría pensarse que es imposible subir al vagón usted demuestre que siempre hay espacio para uno mas. A su vez éste caso se subdivide:
a) El ciego. Puede ir cantando, vendiendo confiterías o vendiendo discos pero lo mas importante además del bastón y los lentes oscuros, pero debe ser estorboso al frente de si, un tanto hostil con aquellos que le estorban y debidamente gentil con quienes le ayuden, compren o den dinero, encomendándolos a Dios aun cuando usted sea ateo o emo en el peor de los casos.
b) El niño de la calle. En realidad la edad es lo menos importante, puede tener de 5 a 90 años, lo importante es el discurso o lo que se haga. Puede usted comenzar por recostarse en vidrio para que lo volteen a ver y no perder el factor estorbo, continuará por decir: “Señores pasajeros (con el debido respeto), no vengo a robarles ni a mentirles diciendo que acabo de salir de la cárcel, soy una persona de la calle que trata de ganarse el pan honradamente, por eso acudo a ustedes pidiendo una moneda que no afecte su economía familiar”. El discurso puede variar con el fin de imprimir la marca personal ¡Sea creativo! Si lleva paletas o dulces puede decir que no tiene precio fijo, eso lo pone su corazón, así logrará que aunque unos le den una moneda insignificante hay la posibilidad de que le den mas de lo que vale la paleta y en el mejor de los casos ni siquiera quieran paleta o dulce si no que solo le den el dinero.
c) El sordomudo. Si es usted de los que les cuesta hablar en público ¡No se complique! Ármese unos paquetitos de dulces baratos y póngales un letrerito que indique el precio (que dado al aumento del salario mínimo es hoy en día de $5) y asegúrese de ser veloz y preciso pues deberá pasar por todo el vagón dejando un paquetito por persona no importando si va leyendo, dormido o si le dice que no, recuerde usted es sordomudo y no entiende una negación, si ve un niño sonría, ellos se encargarán de pedirle a sus mamas azúcar que su cuerpo necesita y que usted provee. Así mismo deberá regresar sobre sus pasos a toda velocidad recogiendo los paquetitos y el fruto de su esfuerzo.
d) El vendedor de discos. Éste método tiene mas arte del que pareciera, para empezar debe hacer una selección de canciones que no importa si tienen que ver, con que usted esté a gusto con ellas es suficiente, si nota que hay alguien con audífonos o que parezca incomodarse con su música hágale notar lo bueno que es usted seleccionándola subiendo el volumen hasta que resulte estridente, deberá así mismo lucir un rostro de fastidio con la vida y tener un lenguaje repetitivo pues de otro modo no surte efecto para el ejercicio extremo. Por lo demás improvise, recuerde que cada uno pone su marca personal a lo que hace y lo suyo es una profesión en el deporte extremo.
e) Los transexuales que apoyan la lucha contra el SIDA. Para éste caso no es necesario nada mas que una buena minifalda o ropa ajustada de mujer y un tono de voz muy amanerada pero vulgar, así mismo deberá imprimir en hojitas con imágenes un poema o pensamiento cursi que pueda repartir para continuar con un discurso de la lucha contra la homofobia y el VIH, dirá que es de cooperación voluntaria y si alguien gusta cooperar conforme vaya recogiendo las hojitas pero recuerde ¡No se limite con el amaneramiento! Esto es la esencia de lo que está desempeñando.

Por lo demás se han excluido casos ya que no resultaban lo suficientemente extremos para ser considerados aquí. Esperamos pueda aprovechar ésta guía y hacer de su viaje todo una experiencia.

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